LA ESCUELA
Después de cerca de 20 años de ejercer nuestra labor terapéutica en la Clínica de las Emociones y animados por los resultados favorables en nuestro propósito de convertir el sufrimiento de las personas, en fuerza de vida, consideramos en una de nuestras reuniones de supervisión, que era una obligación ética compartir nuestros conocimientos y experiencia, con otros profesionales y adultos que tengan en su actividad laboral al ser humano como eje central.
Por otro lado nos animó también en nuestra idea la excelente experiencia académica que desarrollamos durante cerca de dos lustros, donde la clínica formó aproximadamente cuatrocientas Consejeras Emocionales para Adultos y Niños.
Es así como nos inclinamos a crear un instituto formativo para impartir enseñanzas y capacitación en terapias emocionales. Incentivo esencial que estuvo a la base de nuestras reflexiones fue el deterioro de la salud emocional registrado durante la pandemia no sólo en nuestro país sino a nivel global; y a la vez la constatación que el mejor afronte de este drama mundial lo tenían las personas que estaban premunidas de instrumentos para controlar su emociones, es decir mayor y mejor salud emocional.
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Inicialmente pensamos que nuestros cursos estarían circunscritos a la terapia de orientación psicoanalítica que nosotros efectuamos. Sin embargo, con el pasar del tiempo fuimos sintiendo y cada vez con mayor intensidad, la convicción que existiendo otras técnicas emocionales igualmente beneficiosas -y que incluso en la práctica diaria las hacíamos converger, tales como terapia de chacras o meditación debíamos dar cabida
a otras teorías y /o técnicas terapéuticas; tales como Humanista, Aquí y Ahora, Relacional. Dinámica focal, Dinámica breve, incluso las de origen Oriental que tiene incidencia directa sobre el sentir emocional.
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Son nuestras aspiraciones que el Instituto también se constituya en un espacio de estudio y reflexión sobre la importancia de la salud emocional en el ser humano en todas las edades situaciones o espacios, teniendo claro que ser saludable en este aspecto significara tener un control de pensamientos, sentimientos y comportamientos, manteniendo los problemas en perspectiva, para recuperarse a tiempo, evitando hundirse en días grises que son que consumen la vida misma.
Apostamos por que Sí es posible que los seres humanos podemos enseñar y también aprender a lograr bienestar emocional entendido éste como la capacidad de sentirse bien con uno mismo, de tener relaciones familiares y sociales de calidad, enfrentando los avatares de la vida con serenidad; laborando productiva y fructíferamente; contribuyendo a la comunidad con alegría, responsabilidad y creatividad.